El viernes 20 de noviembre, desde la Coordinadora Antifascista de Zaragoza, plataforma de la que CNT forma parte junto a otras asociaciones, sindicatos, partidos y organizaciones de la ciudad, se convoca manifestación desde Plaza San Miguel a las 19h.
Recordamos la obligatoriedad de llevar mascarilla y de cumplir con las necesarias medidas de prevención e higiene durante el acto y reproducimos, a continuación, el manifiesto unitario.
Frente al egoismo capitalista ¡Solidaridad Antifascista!
Zaragoza contra el fascismo.
Este 20 de noviembre, se cumplen 45 años de la muerte de Franco, el dictador que estuvo en la cabeza del régimen de oscuridad y represión que asoló nuestro país/nuestros pueblos durante más de cuatro décadas. El franquismo, tras la muerte del dictador, continuó presente en las más altas esferas de la sociedad e instituciones del Estado Español, limitando de esta manera los avances que conquistaron trabajadoras, sindicalistas, antifascistas… en un sistema que en definitiva iba a seguir protegiendo a la clase dominante que pervivía.
El sistema capitalista tornó en democracia en un régimen de “rostro amable”, la lucha en las calles trajo el afianzamiento de un sistema de protección social, educativo, sanitario… pero en cada crisis el mismo sistema capitalista evidencia de forma más transparente como esos avances son migajas y que el riesgo siempre lo sufren las trabajadoras: explotación laboral y salarios de miseria, horas extras obligatorias o contratos parciales y precarios, desindustrialización y turistificación, desempleo de larga duración y juvenil, falsos autónomos, desahucios, pobreza energética…
A estas crisis ahora se une una pandemia, que se ceba por supuesto con quienes no pueden protegerse adecuadamente del virus, tienen que ir en transporte público a trabajar o trabajar en condiciones inadecuadas, o mucho peor, perder el trabajo y abocarse a la más absoluta incertidumbre.
Frente a esta situación, la clase obrera se organiza y para desahucios (como el de las fuentes de la semana pasada o esta semana en el barrio de las delicias), protege a sus vecinas y comparte con ellas en las Redes de Apoyo vecinal, sale a protestar e intentar frenar los despidos en los grandes centros de trabajo de la ciudad, exige más sanidad pública… en definitiva, adquirimos conciencia, peleamos, crecemos.
Pero al mismo tiempo y por esos mismos motivos, el fascismo resurge: el discurso de odio hacia el semejante, buscando un culpable entre las nuestras, tratando de atomizar las luchas, asustar, acallar, agredir. Aún no lo hemos vencido y sigue presente en la sociedad, de hecho retoma fuerza en los discursos públicos y en las instituciones.
La mejor forma de combatirlo es en las propias calles, las mismas en las que están desahuciando a familias, acosan a jóvenes extranjeros separados de sus familias(MENAs), retiran nombres de iconos republicanos a calles, dan barra libre a las casas de apuestas mientras cierran el interiores de bares y restaurantes, culpan a los temporeros de ser un foco de contagio y no a sus patrones y al Estado por no garantizar su seguridad, en definitiva, acusando a las víctimas del fascismo como los supuestos verdugos. Somos conscientes que estas agresiones fascistas no parten espontáneamente de la nada, sino que corresponden a la deriva violenta y represora del neoliberalismo capitalista, el cual pretende solucionar los problemas colectivos acusando y reprimiendo a aquellos individuos que no encajamos en el sistema. Pretenden parar a la clase trabajadora cuando lo que de verdad pone en peligro la salud pública y debemos parar es el afán de lucro capitalista que quiere seguir generando beneficios sistemáticamente sin tener en cuenta y mucho menos tener en el centro la vida de aquellos que realmente la hacemos funcionar.