El próximo domingo 30 de enero en el barrio de Torrero se ha convocado un Homenaje a los Insumisos, y desde la CNT de Zaragoza os animamos a participar en esta jornada de recuerdo y reivindicación Antimilitarista.
La Insumisión fue uno de los movimientos sociales que más han aportado a las luchas contra el Estado y sus normas. Miles de jóvenes desobedecieron las leyes, en una lucha de espíritu claramente anarquista, por medio de la desobediencia civil. Una lucha entroncada con la histórica lucha de los y las Anarquistas contra la guerra y el ejército.
En Zaragoza, los insumisos de CNT optaron mayoritariamente por la estrategia de Insumisión Total colaborando con el C.A.M.P.I. – Aragón
CNT, como organización obrera, participó activamente en las protestas antimilitaristas y relacionadas con la Insumisión y en su VIIº Congreso decidió «potenciar la insumisión, asentarla y difundirla como movimiento revolucionario, opuesto totalmente a los intereses del Estado» ampliando esta lucha al ámbito laboral con propuestas como que «Los trabajadores de C.N.T. que estén en centros de trabajo susceptibles de admitir objetores para realizar la PSS, incluirán en sus reivindicaciones laborales la negativa a que en dichos centros se admitan los servicios de esos objetores, ya que sería mano de obra gratuita, contratando de forma fija a parados para estos puestos; es decir, pedimos la creación de una normativa en la empresa a tal efecto»
La Prestación Social Sustitutoria (PSS), que implantó el entonces gobierno del PSOE intentando encauzar la marea antimilitarista y desobediente, suponía una mano de obra esclava con unas condiciones laborales inaceptables desde el Anarcosindicalismo. La PSS contribuía a degradar las condiciones de trabajo y a crear paro y, como no podía ser de otra manera, CNT se posiciono en contra.
«La educación de los militares, desde el soldado raso hasta las más altas jerarquías, les convierte necesariamente en enemigos de la sociedad civil y el pueblo. Incluso su uniforme, con todos esos adornos ridículos que distinguen los regimientos y los grados, todas esas tonterías infantiles que ocupan buena parte de su existencia y les haría parecer payasos si no estuvieran siempre amenazantes, todo ello les separa de la sociedad. Ese atavío y sus mil ceremonias pueriles, entre las que transcurre la vida sin más objetivo que entrenarse para la matanza y la destrucción, serían humillantes para hombres que no hubieran perdido el sentimiento de la dignidad humana. Morirían de vergüenza si no hubieran llegado, mediante una sistemática perversión de ideas, a hacerlo fuente de vanidad.La obediencia pasiva es su mayor virtud. Sometidos a una disciplina despótica, acaban sintiendo horror de cualquiera que se mueva libremente. Quieren imponer a la fuerza la disciplina brutal, el orden estúpido del que ellos mismos son víctimas.»
(Mijail Bakunin)
MILITARES PARASITOS SOCIALES
