La ilegalización no impidió que una treintena de personas se presentasen en Dibus para exigir la readmisión de nuestro compañero Carlos y para denunciar la explotación y la represión que esta empresa utiliza con sus trabajadores/as. Un más que excesivo despliegue policial nos identificó múltiples veces, nos grabó en video continuamente, nos requiso banderas y nos impidió desplegar pancartas, pero no consiguió que nos fuéramos. Durante dos horas pequeños grupos de amigos y compañeros de Carlos (muchos con chalecos reflectantes donde ponía "TRAGAR O LUCHAR, TU DECIDES. CNT" ) estuvieron presentes en la callé, algunos repartieron panfletos y otros informaron a los vecinos; la acción de protesta fue igual o más efectiva que previas concentraciones.
[Continúa]