Desde CNT hemos lanzado, a través de un manifiesto, una convocatoria para el primer domingo de mayo donde instamos a participar a todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas .
La marcha se realizará con ocasión del sesenta aniversario de la inauguración del monumento, que se ha convertido en un centro de peregrinación fascista, y en el que yacen enterrados, junto a unos 34.000 fallecidos de ambos bandos, los restos de dictador Francisco Franco y de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange.
Convocamos esta marcha para exigir un proceso, observado por la ONU, en el que se realicen, entre otras: la retirada de los cuerpos de Franco y Primo de Rivera; la expulsión, auditoria de cuentas y cese de financiación pública a la congregación benedictina que reside en el Valle y entrega de la documentación de personas enterradas que se encuentra en su poder; la transformación del mismo en un lugar de memoria y homenaje a las víctimas del franquismo, recuperando su nombre original “Cuelgamuros” y la exhumación e identificación de las víctimas allí enterradas.
Consideramos inconcebible que en un país que se dice democrático se permita rendir culto a quienes acabaron con derechos y libertades conseguidos a fuerza de años de lucha, así como que actualmente se esté negociando con la familia del dictador el traslado de sus restos y reclama que sus cenizas se hagan desaparecer en un lugar ignoto, tal como se hizo en Alemania con los responsables del régimen Nazi. El Valle representa una ignominia para las personas que fueron asesinadas y represaliadas por un franquismo que perseguía la total destrucción de los vencidos y cuyos responsables tienen nombres y apellidos.
La batalla de la memoria contra el olvido es fundamental entre todas las que se están librando en favor de los derechos y libertades. De nosotros/as depende que el franquismo gane o pierda esta batalla. Nuestros familiares, y para la CNT todos los compañeros y compañeras muertos y represaliados lo son, como defendimos ante la ONU, merecen y deben ser recordados. Rehabilitar nuestro pasado también es dignificar su lucha y la nuestra.
Seamos dignos herederos de sus ideas y de sus reivindicaciones, gritemos alto y claro: por más que 80 años hayan pasado desde el final de la guerra, ¡El fascismo No Pasará! ¡Nosotras/os Pasaremos!
Memoria, Dignidad y Lucha