Los sucesos ocurridos el 14N así como los que se produjeron en consecuencia a esta jornada de lucha, de huelga general, perfectamente podrían servir como argumento de una novela subrealista…Si bien estamos acostumbrados a ver cómo se intenta dar crédito a los montajes que la delegación de gobierno y/o la policía orquestan, de uno como este no teníamos precedente alguno en Logroño. Al menos, que sepamos claro.
En el escrito de acusación de la fiscalía la única versión que se tiene en cuenta es la de la propia policía. La misma que da como buena la delegación del gobierno y la única que ha tenido repercusión mediática. Todo un entramado que abarca cada pieza del puzzle necesario para manipular la opinión pública y criminalizar a todo aquel que sea contestatario, en este caso, nuestros dos compañeros; en este caso, CNT; en este caso, todos los que salimos aquel día a la calle, puesto que esta represión se está ejerciendo contra todos los que protestamos contra un sistema antisocial, decadente y falso.
Son cuantiosos los argumentos que aporta la fiscalía, así como muchas explicaciones y descripciones, que son fácilmente rebatibles. Partamos de la base de que una vez más se hace gala del desconocimiento que existe sobre CNT y sobre su funcionamiento. Aquí no hay ni secretarios generales entendidos como los entiende el sistema: no somos una organización jerárquica ni vertical. Aquí nadie «da órdenes» ni la gente «cumple órdenes» de nadie, como la fiscalía mantiene. Aquí no se hacen «arengas» como si de una estructura militar se tratara. Aquí se dice en voz alta un sentir general. Una protesta; un derecho.
En el escrito se relata que al fin de la manifestación, un grupo de CNT cortó la calle puesto que invadió la calzada justo en la parte que queda frente al Palacete del gobierno. Para la mayoría de las ocasiones en que se hace referencia a la gente, se utiliza la expresión: «los anarquistas».
Para empezar: la calle estaba abarrotada de gente, fue una manifestación multitudinaria en Logroño y la calle ya estaba cortada para cuando CNT llegó al punto final del recorrido. Había gente de toda condición, edad, ideología… Familias, personas mayores, banderas de partidos políticos, pancartas y lemas de grupos, plataformas… Era el final de una manifestación en la que había gente de todos sitios e ideologías. Desde luego que para los que lo somos, llamarnos anarquistas no es ningún insulto ni encierra ningún matiz negativo, eso lo primero. Lo segundo, es más que evidente que si se utiliza esa calificación en el escrito es precisamente porque se quiere dar a entender que eso implica algún tipo de violencia o mal hacer por parte de quien es llamado así, lo cual muestra cuál es la actitud del fiscal (o eso se intuye): criminalizar por la ideología. Y tercero, en un escrito de acusación la ideología ni tan si quiera debiera mencionarse ya que no es un dato relevante en absoluto en un proceso que se rige, en todo caso, en el respeto a unos derechos y libertades básicos como lo es la libertad de ideología. Si se dice, algo se pretende conseguir con ello.
Por tanto, dejar claro que en la zona en la que posteriormente se produjeron las cargas policiales, había cientos de personas y desde luego que no todas eran ni anarquistas ni de CNT. Eran cantidad de personas, familias, grupos… pertenecientes a distintos colectivos, otros a ninguno, partidos políticos, etc. El fiscal no atiende a esa situación: no atiende a conocer o a explicar el contexto real del 14 de noviembre. El objetivo comienza a verse claro.
Como ya sabéis, uno de nuestros compañeros imputados fue quien sostuvo la magafonía a lo largo de la manifestación. Tras llegar al final del recorrido y pronunciar un último discurso en el que no se insultaba a nadie, no se llamaba a la violencia, como quiere ver el fiscal y la policía sino que llamaba a la concienciación social, hacia la lucha contra las estafas y la mentira y constituía, por tanto, un mensaje reivindicativo, de protesta y pacífico, propio de cualquier jornada de lucha y más en este contexto crítico que vivimos, se marchó para desplazarse a su centro de trabajo situado a 50 km de la ciudad.
Sin estar presente, sin presenciarlas y mucho menos provocar los incidentes posteriores se encuentra con una petición de casi 9 años de cárcel además de multas para pagar los desperfectos ocasionados en un vehículo policial y como indemnización por los días de cura que supuestamente tuvieron que guardar varios agentes antidisturbios. Se le acusa de ser «autor por inducción a un delito», una figura de lo más curiosa y opaca. ¿Qué significa exactamente inducir a algo? ¿bajo qué criterio? ¿quién determina que se dio esa situación si la persona imputada ni se encontraba en el lugar de los hechos? Después de marcharse nuestro compañero, el siguiente en dar el discurso presencia el lanzamiento de un globo de pintura y llama a la calma y a no caer en provocaciones. ¿Eso no deja clara cuál es la postura de CNT? ¿Qué es lo que interesa creer? Y sobre todo… ¿qué es lo que cree el fiscal?
Con respecto a nuestro otro compañero, se observa en los vídeos grabados, cómo está con una pancarta en la mano, después de que la policía empezó la carga disolviendo un grupo perteneciente a un colectivo, que llevaban su pancarta y carteles. Cuando nuestro compañero coge un cartel y lo lleva en alto en la mano, la policía se acerca a él sin ningún tipo de miramiento y le empieza a empujar hasta que ya se acercan a él una masa de policías que terminan llevándole arrastras por el suelo y detenido al vehículo policial. Resulta que también se le atribuye la autoría de todos los desórdenes públicos (que según entiende la policía son causados por los manifestantes, si bien la gente allí presente defiende a ultranza que fueron las cargas policiales las que crearon el caos y el desconcierto) cuando en las cargas posteriores nuestro compañero estaba ya detenido.
Se habla de violencia… se habla de responsabilidad y control en situaciones como las vividas el 14N en Logroño… Pero, ¿no es violencia propinar un porrazo a una persona en la nuca? ¿No es violencia cargar indiscriminadamente contra gente que se está manifestando de forma pacífica haciendo un claro abuso de poder? ¿Quién está investigando a los agentes que disparaban pelotas de goma directamente a las personas y que ocasionaron contusiones en decenas de ellas? ¿Quién habla de ese chico que ha perdido parte de la visión de un ojo y que sigue yendo a observaciones periódicas para ver si tiene solución su lesión? Exactamente, ¿a qué agente se le ha multado para indemnizar a este chico por todos los días de curación? ¿Quién está investigando la actuación policial durante las horas en que estuvo nuestro compañero detenido? ¿Y quién está investigando si se siguieron los protocolos de actuación en este caso? ¿y cuáles son? Porque el funcionamiento de los agentes antidisturbios resulta un tanto opaco y misterioso… ¿Y la fiscalía ha oído las versiones de los imputados? No. ¿y no se supone que la justicia es imparcial y por ello debe impedir la indefensión de nadie y contrastar todas las informaciones? Porque claro… si la versión de la policía siempre goza de veracidad… ¿quién controla lo que la policía dice de cualquier acto o persona? ¿eso es procurar la seguridad y garantizar la no indefensión de las personas? Porque parece que en este caso es justo lo contrario… ¿Qué responsables políticos han asumido la desproporcionalidad de las actuaciones policiales de aquel día? ¿Ha dimitido alguien por provocar un auténtico caos entre las personas que aquel día salieron a hacer ejercicio de su derecho a manifestarse y a protestar? ¿se ha abierto una investigación de lo ocurrido? ¿ha dimitido el delegado de gobierno de La Rioja, Alberto Bretón? Que va… eso también proviene de cuentos literarios porque lejos de dimitir o asumir errores, lo único que ha hecho ha sido seguir calumniando contra los encausados; defender y elogiar las actuaciones policiales del 14N y seguir mintiendo a la sociedad. Pero quienes estuvieron allí saben lo que vivieron. Quienes lo sabemos luchamos contra las informaciones engañosas y seguimos difundiendo la realidad de los sucesos del 14N. Y eso no gusta. Eso les da miedo. Pero nosotros no tememos su represión. No tenemos nada de que preocuparnos porque estamos yendo por el buen camino. Y así seguiremos.