Ante el debate público abierto, por la polémica suscitada con los llamados «papeles de Salamanca», allá depositados por el ejército de ocupación franquista, a partir del decreto del ministro de gobernación Ramón Serrano Suñer de 26-4-1938, la CNT quiere denunciar que el origen del Archivo de Salamanca no es sino fruto del expolio y saqueo realizado sobre instituciones públicas, organizaciones políticas, sindicales, culturales y organismos legalmente constituidos y reconocidos.
Que el fin para la acumulación de toda esta documentación incautada ilegalmente, allá depositada como botín de guerra, no fue otro que el de ejercer por sistema y a conciencia la represión sobre los afiliados a dichas organizaciones y sus familias (constan hasta tres millones de fichas policiales diferentes).
Por tanto una gran parte, del llamado Archivo de la Guerra Civil de Salamanca, en su epígrafe político-social (las famosas cajas), que no respeta los principios fundamentales de la ciencia archivística para considerarle como tal, y que son el principio de procedencia y el principio de respeto al orden original.
Esto supondrá, que de aprobase el proyecto de ley de restitución a la Generalitat de Cataluña, cuyos fondos reclamados son las 507 cajas depositadas bajo el epígrafe Barcelona-Generalitat, habrá de hacerse una catalogación previa y reclasificación de todos los fondos sujetos a devolución, siendo respetado el principio de procedencia, pues parte de esa documentación pertenece a otras organizaciones y puede ser originaria de distintos ámbitos territoriales, como el aragonés.
Antes de tramitar y aprobar cualquier restitución parcial, el actual gobierno ha de reconocer el derecho a devolución de todos sus bienes y documentos a sus legítimos propietarios ya que les fueron incautados y expoliados «manu militari» por el triunfo de una sublevación militar.
La CNT reclama con respecto a los llamados » papeles de Salamanca» por tanto, que le sea reconocida la titularidad de sus bienes y el derecho a devolución de los mismos que le asiste, en lo referente a toda su documentación orgánica, correspondencia, prensa, propaganda, carteles…etc. y que sea la Organización confederal la que decida donde y en que condiciones quiere conservar y depositar sus archivos para su difusión y consulta pública.
Actualmente, la CNT mantiene parte de sus archivos históricos mediante acuerdos firmados con distintos organismos, como son la Filmoteca Nacional o el Instituto de Historia Social de Amsterdam, mediante contratos de comodato prorrogables, depositándose allá los originales y disponiendo de una copia microfilmada de los mismos en la sede de la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, sita en Villaverde Alto (Madrid).
Entendemos que la legítima devolución a sus dueños, o sea, a las organizaciones que generaron dicha documentación, no rompe la supuesta unidad del Archivo de Salamanca y de la finalidad y gestión que del mismo quiere realizar el Ministerio de Cultura, puesto que con los actuales medios técnicos de conservación mediante la digitalización y microfilmación de los documentos originales se garantiza la unidad y el centralismo del Archivo que facilite la consulta e investigación públicas.
Así mismo la CNT insta al Gobierno de Aragón, a que sea reconocido históricamente el Consejo Regional de Defensa de Aragón, conocido popularmente como Consejo de Aragón como primer Gobierno Autónomo de la Región aragonesa, y a reclamar por tanto institucionalmente como bienes aragoneses y documentos institucionales propios, toda la documentación generada por el mismo hasta agosto de 1937 y depositada actualmente en Salamanca. Esta ingente documentación forma parte ineludible del patrimonio, historia y cultura reciente de Aragón y bien merece una vez catalogada que regrese a su lugar de origen y procedencia para que sea conservada para su libre consulta en un archivo de historia de Aragón.
Por último decir que el reconocimiento y devolución a la CNT de todos sus archivos y documentación, es un necesario acto de justicia, pendiente todavía para acabar de cerrar la llamada etapa de la transición española, ya que desde la década de los 70 del pasado siglo que la CNT viene reclamando con diferentes campañas públicas y negociaciones con distintas organizaciones de los sucesivos gobiernos la devolución de su patrimonio histórico.