En marzo de este mismo año, la administración del portal Alasbarricadas.org recibió, de forma un tanto rocambolesca, la notificación de una demanda interpuesta por la SGAE en nombre de José Ramón Julio Márquez Martínez (más conocido como Ramoncín) en la que se exigían 6000€ por lo que llaman "graves expresiones atentatorias contra el honor del demandante".
Estas "graves expresiones atentatorias" consistían en ciertos comentarios realizados por terceros en una de las secciones de los foros de Alasbarricadas.org, que son de libre publicación, que reciben unas 12.000 visitas diarias y en los que aparecen unos 250 comentarios nuevos al día; que son administrados por personas que dedican parte de su tiempo libre a la gestión de la páginay que no cobran nada en absoluto por ello.
Imagina lo siguiente:
1. Usando un pseudónimo, Ramoncín, publica un comentario ofensivo sobre si mismo en tu blog.
2. A continuación Ramoncín te demanda por violación de su derecho al honor..
3. Un juez que no conoce ni entiende Internet te condena a pagarle 1 millón de pesetas a Ramoncín, a pesar de que tú te apresuraste a borrar el comentario en cuestión.
Esta sitaución podría ocurrir si dejamos que este caso siente precedente.
En la demanda, se menciona en diversas ocasiones la palabra dignidad, incluso en negrita, y la palabra honor, pero ¿dónde están esa dignidad y ese honor para las personas no afamadas o no pertenecientes a la SGAE, para las personas que a diario se dejan el lomo en un trabajo, cobrando míseros sueldos y pagando con su tiempo y su vida por esa “dignidad”? La SGAE ha conseguido mediante el apoyo del Estado que se aprueben leyes a favor del pago de un canon por la compra de una serie de productos (CD’s vírgenes, material informático) para prevenir la piratería, y del cual, esta entidad se lleva el total del impuesto añadido. Adquieren ganancias, también, mediante un impuesto marcado a los bares en los que se ponga música para defender “los derechos de autor”, en conciertos de grupos que nada tienen que ver con la SGAE se pagan impuestos indirectos destinados, cómo no, a esta entidad. Y ahora además pretenden sacarcase 6.000€ de la gorra mediante esta demanda.
Este caso no solamente afectará a Alasbarricadas.org sino que puede sentar un precedente que cambie el uso de Internet convirtiéndolo en algo diferente a lo que hemos conocido hasta ahora. Pretenden controlar los contenidos en internet, pretenden hacer funcionar páginas sin ánimo de lucro como si fueran empresas.
Así que se trata de una lucha que debe de afrontarse con todas las energías que nos sean posibles y que queramos dedicar a ella, esto es un ataque claro a nuestras libertades más fundamentales.
Por todo esto, desde CNT Zaragoza hemos convocado una concentración de apoyo a Alasbarricadas. La concentración tendrá lugar el Viernes 23 de Noviembre a las 19 horas frente a la sede de la SGAE en Zaragoza, Tomás Bretón Nº12.
Si nos tocan a uno, nos tocan a todos. Esperamos vuestra asistencia.