Desde CNT-Huesca condenamos enérgicamente el asesinato del compañero Sergio Lizcano, perteneciente al sindicato Sintramienergética, por parte del ejército.
Mandamos nuestras condolencias a la familia y a sus compañeros/as. Estos actos de barbarie no nos hacen callar ni, mucho menos, nos hacen retroceder. Nuestro apoyo y solidaridad ante tales injusticias traspasa fronteras y se convierte en apoyo internacional.
Exigimos justicia, que se investigue y se depuren responsabilidades, tanto de los autores materiales como intelectuales,y la responsabilidad política. Basta de asesinatos a trabajadores sindicalizados, basta de las continuas violaciones de los derechos humanos y basta de impunidad.
Queremos denunciar públicamente el asesinato del compañero y los continuos ataques que sufre la clase trabajadora colombiana, dónde todos los años se asesinan líderes sindicales y sociales. Denunciamos esta práctica habitual del ejército al servicio de los intereses transnacionales con la complicidad del estado como brazo ejecutor de la represión y la violencia, ya sea deforma oficial o a través de grupos paramilitares.
Estas empresas extranjeras llevan años saqueando los recursos del territorio y maltratando al pueblo, en este caso es la empresa transnacional Eco Oro Minerals Corp, de minería de oro, la que de forma directa o indirecta ha llevado al asesinato de nuestro compañero. Hay muchos otros ejemplos de cómo los intereses de empresas petroleras, energéticas o transnacionales de todo tipo han provocado desplazamientos forzados, desapariciones y asesinatos en los territorios donde se asientan.
Que no olvide nunca la patronal que la productora de riqueza es la clase trabajadora. Única capaz de producir y controlar todo el engranaje de la producción. Por mucho que nos reprima y golpee fuerte, sabemos que nuestra lucha es justa.
Por nuestro compañero asesinado, ni un minuto de silencio, toda una vida de lucha