Para entender la patronal de hoy y en cierta forma, una parte del actual grado de dominacion en esta area geografica, tendriamos que retrotaernos a tiempos lejanos. Ello nos iria situando en unos ciclos de constantes derrotas.
Empezando primero por la primera revolucion burguesa de Europa, como fue la de los comuneros. Continuando con la expulsion de los moriscos y de los judios, básicos ambos, para conformar avances en los modelos de sociedad. Ello supuso el continuismo de una sociedad involucionista en manos de los respectivos austrias y de la clericalla religiosa.
Continuando la gran tragedia para el cierre perfecto que supuso el «descubrimiento» de América. Periodo de inicio del «glorioso» imperio que trajo un hacer del robo, pillaje y rapiña a gran escala, que sento las bases fuertes de toda corrupción. Impregnando y generando a su vez a una sociedad de siervos, llena de mercenarios, clérigos, pobres, putas, y mendigos. Dependiente en lo productivo y que cubrían con la rapiña de otros territorios.
Otra de las grandes tragedias que marcó el estancamiento involucionista, fué la guerra de la independencia. Momento clave para haberse deshecho de la monarquia, la nobleza, la clericalla, impedir el cierre del caciquismo, y traer una hegemonía burguesa. Pero se optó por el «viva las caenas» con las consecuencias del continuismo consiguiente y la impunidad del poderoso.
Así en ese deslizar del tiempo vemos las sucesivas derrotas: Desarrollo y consolidación del estado, continuidad de la inquisición, confrontaciones carlistas y «liberales», defensa de los fueros,destrucción de los levantamientos cantonalistas, desamortización de mendizabal. En definitiva continuismo de la sociedad de amos y siervos, derechos de pernada por ley y su continuación alegal, castas, señoritos andaluces, caciques de todo pelaje, etc. Tiempos con el consiguiente mando de los sucesivos clones de los vencedores de Villalar, y de los sucesivos palmeros apuntalando la dominación.
Y aún así, en los finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX, se construye la etapa de lucha más importante de los desposeidos en esa rebelión histórica y casi ancestral contra tanta tiranía, oscurantismo y podredumbre de las élites de esta área geográfica.
A pesar de todo ese heroismo que supuso esa confrontación, se consumó la nueva derrota y la última gran tragedia, con la consiguiente limpieza de clase. Fusilamientos, cárcel, campos de concentración, torturas, robos, violaciones, exilio y sometimiento por el terror.
No obstante, hubo un resquicio al final de la II guerra mundial para hacer algo homologable a las sociedades de los paises vencedores, pero los demócratas y los comunistas, ya entonces, eran una gran mentira.
El ciclo continúa con la gran mentira de la transición donde los palmeros de siempre se vendieron por casi nada salvo el acceso al reparto de la tarta. Aún así, aparte del «atado y bien atado» con el triunfo del 23-F los poderes fácticos y demás recordaron quién manda aquí.
Lo siguiente han sido las pequeñas derrotas del dia a dia con la pérdida de derechos sindicales, sociales, y de libertades. Una vuelta a las miserias y al hambre para amplios sectores de desposeidos
Y esta resultante en ese recorrer de derrota, algo básico para cualquier valoración que se haga, tanto en los cierres de espacio, cartas marcadas y pescado vendido, que supone lo político y su juego, asi como para la patronal de estos territorios.
Más allá de la globalización, nuevas formas de producción, de la sociedad de los 2/3, de la subproletarización, de la lumpenproletarización incluida la plusvalia en términos de dominación social, el neoesclavismo, el nuevo capitalismo feudal,etc, aquí ademas tenemos una patronal que ahonda sus raices en lo más rancio del inmovilismo, de la aberración de los negreros, en el parasitismo más abyecto, las amenazas, la chuleria, las provocaciones y la impunidad de saberse intocable.
Es esa mentalidad ultramontana de los curas trabucaires, de adn reaccionario y caciquil,y que por tanto, jamás se sentirán, ni actuarán como burgueses.
No hay nada más que ver su hacer involutivo empezando por los finales del XIX, por no retrotaernos más. Ni siquiera, la no participación del estado en la I guerra mundia, que le supuso un salto en la producción y en los beneficios, aparte de la interrelacción, les llevó a alguún cambio en la organizacion y condiciones laborales.
Lo mismo antes de la llegada del 36. Jamás entendieron aquello de la correlación de fuerzas y reducción de beneficios. Para su genética, ante trabajadores que no se dejaban comprar solo cabía su destrucción, el terror y el miedo. También el gozo posterior de utilizar a los presos tras la finalización de la guerra como mano de obra esclavista, como ejemplo de quién manda. Lógico en ese hacer de buenos cristianos y mejores patriotas.
Tiempos pues, de pura dictadura que les permitió extender hasta el último rincón las redes del pillaje, del que hay de lo mio, y de una corrupción consolidada hasta la médula. Tiempo de racionamiento y de estraperlo con el que enriquecerse. Tiempo para una patronal que le tenia alergia a invertir y cuya extracción de beneficios estaba basada fundamentalmente en la sobreexplotación de los trabajadores y el pelotazo. Pero también, que fuera el estado quien invirtiera en sus infraestructuras, les colocase créditos y se hiciera cargo de los pufos sin tocar sus fortunas.
En el summun de este ADN de estas castas de pillaje, podemos situar la descolonización del Sahara. Castas con su ejército de fascista a la cabeza, válido solo para masacrar y explotar a su propio pueblo indefenso pero prestos a arrodillarse entregando el territorio a otro estado. El pueblo Saharagui les importaba menos que nada. Su imagen de traición quedó cubierta con las 30 monedas de plata que supuso quedarse con las minas de Fos-Bucra y el juego de los caladeros de pesca.
En la misma linea actuaron en el timo de la transición, solo que aquí no necesitaron la represión pura y dura. Aparte del «atado y bien atado» tenian unas estructuras sindicales «mayoritarias» dispuestas paulatinamente a venderse por el bién de la patria y de sus prebendas.Lógico con la tradicción histórica de la patronal que es la misma que en el franquismo, solo hay que ver las sagas que las continuan aunque cambien de matriz. Lo de la burbuja inmobiliaria, los pelotazos con las castas, los pícaros de los sellos y de todo tipo ( la iglesia vendiendo trozos de la cruz del colega fué una buena maestra) . El reflotamiento de los bancos. sin tocar las fortunas de los consejeros y accionistas,etc, son claros ejemplos. En el mismo sentido, la privatización de lo público: Eléctricas, teléfonica, ferrocarriles, asumir los pufos del peaje de las autopista, la enseñanza concertada, privatización de la sanidad, abastecimientos de aguas,etc,etc,etc, son claros pillajes de todos estos años.
En ese hacer caciquil del perro del hortelano, hay que encuadrar el silencio ante el desmantelamiento de sectores claves de la industria a cambio de la entrada en Europa. Lo que supuso dejar todo practicámente al turismo del folclore y la pandereta, con todo lo que conlleva de degradación. Turismo que si supervive es por las guerras geoestratégicas del norte de Africa. Todo ello unido al pedigueñaje de las limosnas( subvenciones CEE ) para callar las voces y por otra parte como adormidera social.
Propiciando asi un terreno (ya iniciado en el tardofranquismo) para el aterrizaje de las multinacionales de diferentes sectores que además de colonizar, crean dependencia, multinacionales que al igual que en la dictadura se le crean las infraestructuras y los costes y pufos los paga el estado via subvenciones, Eres, etc. Pero que además impiden la creación y consolidación de realidades propias.
La resultante para la patronal es esa simbiosis de corrupción, simbiosis también en lo político e institucional, y que unido al miedo le permite imponer salarios de hambre, vulnerar cuando quiere( y quiere siempre) la legalida laboral y hasta penalLos robos de salarios, los impagos a la Seguridad Social, la evasión de impuestos etc todo ello , a pesar de las constantes reducciones, son la constante del dia a dia. Una patronal pues, corroída en ese hacer de corrupció e impunidad envuelta en esa gran metástasis cuya cura solo es posible con su desaparición. Quien puede pensar que una patronal asi va a invertir en I + D + i , etc, etc, etc.
En definitiva, que si a todo esto le ponemos la guinda del reino borbónico con dos reyes a la vez, los pícaros los pobres por las calles, la inquisición del clero y mediática, el miedo de los tercios, los migueletes, los picoletos, el Tribunal de Orden Público, versus Audiencia Nacional, la justicia » inmaculada» el caciquismo, etc con todo ello podíamos traer a cualquier persona desde los Austrias a este tiempo y no se sentiria desarraigado, es mas, su adaptación seria inmediata.
Nada ha cambiado. Tan solo en este ciclo nos han colocado un cierre perfecto con la mentira de la democracia, del estado de derecho y demás cuentos y milongas. Para los trabajadores, todo va a peor, todo sigue igual en esa constante histórica de dominación.
Tenemos pues, la impunidad histórica de las sucesivas castas generacionales del poder, junto a los advenedizos integrados. Realidad que no puede ser cambiada por cualquier palmero de la delegación, sino que requiere una limpieza a fondo porque ante estas castas autistas hace tiempos y tiempos que dejo de valer la palabra. Y donde la solución pasa por la organización y por hacer organización, para dar paso de una vez a los hechos.