El pasado sábado 7 de enero un nutrido grupo de militantes de la CNT de Zaragoza nos concentramos a las puertas de una franquicia de Lizarran de dicha ciudad, concretamente en el de la céntrica avenida de Fernando el Católico, respondiendo de esta manera a la llamada de solidaridad del sindicato de Jerez de la Frontera por el despido de la delegada de la sección sindical del establecimiento ubicado en la zona sur de Jerez.
No tardó en hacer acto de presencia una dotación de la policía nacional, que se limitó a observar el transcurso de la protesta desde el otro lado de la calle.
Durante mas de una hora se repartieron la totalidad de la octavillas impresas para la ocasión y se corearon consignas en favor de la readmisión de la compañera jerezana, despedida mientras se encontraba de baja laboral y en contra del acoso que padecen los trabajadores y trabajadoras que hacen valer sus derechos.
Por el lugar apareció el que dijo ser el propietario del establecimiento donde realizábamos el piquete (y también de otro Lizarran en la misma ciudad). Visiblemente alterado y escudándose en que el no tenía nada que ver con el franquiciado de Jerez (siendo que ambos se benefician de la marca Lizarran), no dudó en hablar con el mando policial para que cesáramos nuestras justas reivindicaciones, y al ver que su táctica no surgía efecto intentó provocar a los compañeros/as que ahí nos encontramos, que por supuesto no caímos en dicha provocación y continuamos denunciando la situación que viven los trabajadores y trabajadoras de la hostelería y en particular nuestra compañera de CNT-Jerez.
#HosteleriaDigna
