No es casualidad que mueran tres mujeres en un día. Es la causalidad de veinte siglos de sumisión, más otro siglo y medio de libertad manipulada. En el devenir histórico se nos ha ido vendiendo la moto de pasos adelante, ocultando toda una red patriarcal que no siente empatía alguna por la mujer pobre, la mayor damnificada de las garras del fascismo.
Tanto el patriarcado, como sistema básico de dominación sexual, con la institución social del género, como el capitalismo, con su sistema económico, son la base sobre la que se asientan las demás dominaciones de clase y de raza. Instaurando como centros de dominación patriarcal esferas de la vida consideradas “privadas” y estableciendo relaciones de poder desiguales, sobre las que estructura la familia y la sexualidad. De esta manera se acentúa la dimensión psicológica de la opresión a las mujeres.
La lucha radica en acabar con la impunidad de todos aquellos daños colaterales del capitalismo patriarcal y machista. No desistiremos en denunciar públicamente la barbarie. Los asesinatos con ensañamiento de dos mujeres en Bilbao la semana pasada es el suma y sigue de todo el horror internacional: En la India está a la orden del día la violación colectiva. En países árabes se lapida a las mujeres, en una masacre gregaria y cobarde. El sudeste asiático es caldo de cultivo para la explotación, tanto sexual como laboral. Las mujeres pobres son el banderín de enganche de todo el abuso global, siendo atrozmente molidas a palos si no cumplen los plazos de producción de las multinacionales capitalistas. En el Congo son sepultadas bajo minas de coltán en condiciones lamentables. La gente bien alquila vientres en EEUU con la misma facilidad con que alquilan un yate para el fin de semana. El sistema capitalista, en definitiva, usa y abusa de la mujer pobre a su antojo.
Este sistema capitalista eminentemente patriarcal, empobrece a la clase trabajadora y se ensaña especialmente con las mujeres: Mayor tasa de desempleo que los hombres, menor salario a igual trabajo, mayor precariedad y trabajos a media jornada, mayores responsabilidades familiares y de atención a menores y mayores. Nada ha cambiado. Si antes se iba a Londres a abortar, ahora la mujer es expuesta a todo un vía crucis de funcionarias del Estado, que le harán pedir perdón hasta por haber nacido.
En este contexto de opresión y desigualdad, nos constituimos nuevamente “Mujeres Libres” de CNT en Zaragoza, como una rama más del movimiento libertario, luchando por la emancipación de esta triple esclavitud de género, cultural y laboral, desde un marco anarco-feminista, por la creación de una sociedad anarquista, no-autoritaria, basada en la cooperación, en el apoyo mutuo y en la descentralización, ya que los valores y las tradiciones patriarcal-autoritarias que deseamos derrocar están encarnadas y son reproducidas en dichas jerarquías. Propugnamos la auto-liberación, la acción directa y la autosuficiencia como llave para la libertad en lugar de las campañas reformistas de masas favorecidas por el movimiento feminista “oficialista” e institucional.
Desde la Asamblea de Mujeres Libres de CNT decimos NO al ejército que encarga guerras a la carta de un imperialismo buitre y holocaústico. NO a la reforma legislativa del aborto que devuelve a las mujeres a más atrás de 1985, al recuperar un sistema de supuestos que se pliega a los deseos de la derecha más extrema, de la iglesia católica y de la conferencia episcopal. NO al capitalismo que aniquila y pisotea a la mujer pobre en un lento genocidio subliminal pero implacable de exclusión, marginación, hambre, auto culpa, rechazo, desahucio, exilio, desesperación o en el peor de los casos suicidio. NO al qui pro quo de petróleo por sangre, sangre por dinero, y dinero por control mundial. Por todo esto, aunque no es casualidad que mueran tres mujeres en un día, esta vez….
NO ESTAMOS INDEFENSAS.
ESTAMOS PREPARADAS