¡SALUD Y LIBERTAD, COMPAÑERAS!
Históricamente las mujeres anarquistas lucharon por la emancipación integral de la mujer. Su lucha era en todos los frentes, contra la dominación del hombre en el hogar, por el reconocimiento del papel de la mujer en el ámbito social y político, por la extinción de la prostitución, etc. En definitiva, su fin no era otro que el de romper todas las cadenas que las ataban por su condición de mujer, realizándose en plenitud y entendiendo que su enemigo no era el hombre en sí, sino en mayor medida el Estado, el capital y el clero.
¿Qué somos las mujeres en la actualidad? Somos esclavas del capital y del consumismo. Las mujeres estamos atadas al trabajo asalariado. La liberación supuestamente alcanzada alrededor de los años 80, fue un espejismo. Las mujeres nos internamos en el mundo socioeconómico del capital, empeorando aún más nuestra situación, pues nos igualamos a las mismas injusticias padecidas durante ya tantos años por los hombres. Nos convertimos en siervas reales del trabajo, de la explotación y sumamos a nuestra tarea domestica el trabajo en la fábrica, en la oficina, en el mundo del espectáculo, en las cajas de los supermercados, etc. Así mismo, somos hoy también esclavas del sistema, ocupando puestos dentro de la maquinaria de dominación estatal, véase en el ejército, en la policía y en los juzgados. Llegadas aquí, debemos cuestionarnos desde la seriedad y la reflexión ¿el trabajo, como bien nos dijo el progresismo burgués y liberal, nos ha hecho libres a las mujeres?
La revolución feminista en España fue planificada, vendida y puesta en marcha por los poderes económicos. El PSOE y otros grupúsculos izquierdistas hicieron de la mujer un peón al servicio del sistema productivo, y como el trabajo asalariado ya había hecho con el hombre siglos atrás, nos obligó también a las mujeres a abandonar a nuestros /as hijos/as a manos del Estado y los medios de comunicación. Otro “logro” del feminismo burgués ha sido hacernos partícipes del ocio alienante y drogodependiente, como signo de rebeldía, de éxito social. Esto nos convierte en individuos fácilmente manipulables, anulando nuestra capacidad crítica y desvirtuando nuestra ética, a favor de la industria del ocio, del alcohol y de otras drogas, así como una sexualidad desvirtuada y envilecida, donde no decidimos libremente, sino influidas por agentes externos a nosotras. El cine, la industria musical y del espectáculo, además de la publicidad y los medios de comunicación han hecho de nosotras meros objetos sexuales donde el intelecto no tiene cabida, ya que el triunfo proclamado por el capitalismo, no es otro que la sensualidad femenina, subyugando el resto de valores como la personalidad, la ideología, las capacidades cognitivas… a un segundo, tercero e incluso inexistente plano. Las mujeres somos muchísimo más que dos tetas y un culo. ¡Vale ya de infravalorarnos compañeras! ¡Debemos de tener bien claro que nosotras no somos muñecas del capital ni marionetas al servicio de los lobbys de la cosmética y de la moda!
¡Es el día de la mujer trabajadora, y no podemos dejar de señalar los cambios de la última reforma laboral, que empeoran aún más si cabe nuestra situación! Compañeras, cambios sustanciales en la ley como la eliminación de los incentivos para los contratos de reincorporación tras el periodo de maternidad, que la patronal nos pueda despedir aunque nuestras ausencias estén justificadas, la extensión del contrato en formación hasta los 30 años, y la facilidad que van a tener los empresarios y empresarias para pasarse por los cojones y los ovarios los convenios colectivos, nos ponen en una situación de precariedad, desigualdad e injusticia, haciendo inviable la conciliación de la maternidad, limitando nuestras libertades y derechos laborales.
¡Nuestra meta como anarquistas es acabar con el trabajo asalariado, la propiedad privada y el Estado! ¡Pero tenemos que tener claro que mientras este sistema siga vigente no daremos ni un paso atrás, ni dejaremos que nos quiten un solo derecho más!
¡Vivimos en un estado feminicida, abramos los ojos ante este falso feminismo burgués, institucional y capitalista que no tiene otra finalidad que la de desarticular el movimiento obrero, poniendo al hombre como el enemigo principal de la mujer, cuando nosotras las trabajadoras junto con los trabajadores debemos luchar unidos contra el verdadero enemigo del pueblo libre: EL CAPITALISMO Y EL ESTADO, LA BANCA Y LA PATRONAL!
La CNT es una organización anarcosindicalista que aboga por el trabajo conjunto entre mujeres y hombres, entendiendo que la revolución no será ni feminista ni varonil, sino que devendrá de la conjunción de las fuerzas y valores de ambos sexos. Por eso, las mujeres nos vemos en la obligación de abandonar la actual postura victimista y tomar la palabra en la vida social y política sin miedo y con decisión, para ser autónomas en nuestras decisiones y librándonos del paternalismo estatal hecho de facto en leyes que supuestamente protegen a la mujer como es el caso de las leyes de discriminación positiva, considerándonos a las mujeres como seres débiles dependientes de la protección continuada del Estado.
¡No dejemos en manos del capital nuestra libertad!
¡LUCHEMOS COMPAÑERAS, LUCHEMOS POR LA LIBERTAD!
1 pensamiento en “[CNT-Zaragoza] Concentración 8 de marzo, día de la mujer trabajadora”
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