Hace tiempo que se están retomando formas de explotación decimonónicas y ya casi olvidadas (aumento de los casos de Acoso Laboral, despidos arbitrarios, aumento de la jornada laboral sin contrapartida económica, rebaja de sueldos, sangría espectacular en los accidentes laborales, represión sindical, trabajo en “negro”, despidos masivos, etc.). Y aún así, por la parte empresarial, se sigue insistiendo en la flexibilización del mercado laboral y en la contención salarial como si los trabajadores y trabajadoras tuviéramos la culpa de todo.
El efecto de estas ideas se está viendo reflejado en la continua pérdida de derechos en el plano legal y jurídico. Pero más grave aún es la situación real que se vive en el día a día en muchos centros de trabajo, en donde ni siquiera esos mínimos derechos se ven cumplidos en la mayoría de los casos.
Como decimos, las formas de explotación se están recrudeciendo aprovechando como excusa la recesión económica. Buscando la máxima rentabilidad algunas empresas no dudan en utilizar cualquier medio para conseguirla.
Una de las principales formas de explotación es el Acoso Laboral. Este consiste en la acción de una persona o grupo de personas con el objetivo de producir miedo o terror de la persona afectada hacia su lugar de trabajo. Esta víctima de acoso laboral recibe una violencia psicológica a través de actos negativos en el trabajo de forma sistemática y recurrente, durante un tiempo prolongado como meses e incluso años. Por medio del Acoso Laboral se pretende hostigar, intimidar, o perturbar a la víctima hasta el su abandono del trabajo. Con este abandono la empresa pretende abaratar los sueldos introduciendo nuevo personal con nóminas más bajas, evitar justificar los despidos y ahorrarse las indemnizaciones por despido y finiquitos.
Dentro de las estrategias de empresa, esta es la más rastrera y cruel.
Merkal Calzados vende una imagen de compromiso social, con descuentos a parados y familias numerosas pero la realidad es bien distinta como bien hemos comprobado gracias al testimonio de las personas afiliadas a nuestro sindicato
Merkal Calzados acosa a sus trabajadores y trabajadoras. Desde este sindicato, tras reivindicar en la calle, hemos logrado que la empresa reconozca en una conciliación con trabajadoras que las había sometido a Acoso Laboral.
Frente al abuso empresarial, la solidaridad es la fuerza de los trabajadores.
No seas cómplice del abuso empresarial. ¡Boikot a quien abusa!