La unidad se desenvuelve en un devenir constante, a través de una acción sostenida en el tiempo y acompañada por experiencias compartidas que tengan un recorrido.
Tal unidad no puede comprenderse a partir de meras apreciaciones estéticas. De igual manera que las apreciaciones estéticas y fotográficas que se derivan de la reunión protagonizada por Méndez, Toxo, Rajoy y Rosell el 18 de marzo, no deberían entenderse como una unidad en contra de los intereses de los y las trabajadoras y, en especial, de los de las bases de estas centrales sindicales. ¿O sí?
La unidad obrera y sindical no se construye en protestas que son monopolizadas por una serie de organizaciones, las cuales ejercen el control simbólico y publicitario mientras sus dirigentes pactan una lenta aniquilación de las conquistas obreras. La unidad se debe comprender en un contexto cotidiano de lucha constante, ejercida desde la propia clase trabajadora a partir de la acción directa, es decir, haciéndose partícipe de sus propias reivindicaciones y llevando a cabo los medios para materializarlas: la huelga.
El hecho de salir en solitario no sólo encuentra sentido en la iniciativa de desmarcarse y hacer visible el propio proyecto en una situación de menor visibilidad, sino que intenta deslegitimar unas decisiones tomadas desde arriba, en las cúpulas, que no hacen sino dinamitar el endeble equilibrio de poder y riqueza entre la clase trabajadora y la dominante.
Nuestro error ha sido, sin duda, no haber explicado adecuadamente estos motivos, y ante todo queremos mostrar nuestro respeto por el trabajo que las bases de los dos grandes sindicatos realizan en el día a día por la mejora de las condiciones de vida de los y las trabajadoras.
El compromiso de CNT-Logroño con la lucha sindical se pone de relieve con el apoyo incondicional a las huelgas con independencia de quién las convoque, y con la solidaridad ante la represión sindical, la sufra quien la sufra.
Ése es nuestro lugar y ése será, salgamos o no en la foto.
CNT Logroño