[CNT Aragón-Rioja] Crónica del Homenaje a los/as Anarcosindicalistas asesinados en el cementerio de Torrero -Zaragoza-

El 13 de abril, la Confederación Nacional del Trabajo de Aragón-Rioja rindió un sentido y profundo homenaje a los compañeros y compañeras asesinados/as en Zaragoza antes, durante y después de la guerra civil española y la Revolución Social.

Vídeo resumen del Homenaje: vídeo 1, vídeo 2

Más de setenta años después, todavía resuenan en nuestros oídos, como proyectiles envenenados, el eco de las vidas segadas por las balas frente a un frío muro, el sonido hueco de los cuerpos yertos apilados como sacos en las fosas comunes y el sabor a sangre y saliva de los gritos secos y profundos de libertad y dignidad, estrellados contra los fusiles y la muerte. Madres, hermanos, hijos… soledad y odio; vergüenza y olvido. Lloran los cipreses del cementerio, testigos como fueron, con las piedras y los muros, de lo más inhumano que es capaz el hombre,  de los llantos y la sangre y las heces y el olor de los muertos, que pende del aire como febril recuerdo de las noches de angustia, de las madrugadas sin sol, de la muerte sistemática y enloquecida que todo lo llena, con su más absoluto vacío.

Pero esos compañeros y compañeras no murieron en balde, sus vidas segadas en flor fueron homenajeadas porque murieron por la libertad y por lo humano, por la verdad y la justicia, por la vida y el amor. La vida del revolucionario es rebeldía, pelea, ignominia, recelos, cárcel, violencia, suspiros, golpes, esperanza…pero sobre todo es sacrificio. Por la libertad habrás de vivir hasta la muerte, aunque esta te llegue pronto, y así fue como cientos, miles de compañeros y compañeras lucharon y dieron sus vidas por hacer de su futuro, que es nuestro presente, un lugar más justo y más humano donde vivir, soñar y amar.

Por eso nuestro homenaje, porque nosotros y nosotras no olvidamos, nosotros y nosotras no dejamos atrás la lucha contra la injusticia, el despotismo y la esclavitud en pos de la igualdad, la libertad y la humanidad. Nos reunimos para cantarles sus canciones revolucionarias, que hoy hacemos nuestras y que mañana serán de nuestros hijos. Nos juntamos para honrar su memoria, que es ya historia de la eternidad, recordando sus anhelos y sus esperanzas, sus historias personales de vida y lucha, truncadas por el fascismo en el paredón del cementerio de Torrero, el estalinismo en distintos frentes y por cualquier clase de gobierno totalitario que quiso acabar con sus vidas para no ceder jamás ni un ápice de sus privilegios.

Mataron sus cuerpos, segaron su aliento y regaron con su sangre el suelo, pero no pudieron matar sus ideas, ni borrar sus recuerdos, ni silenciar la historia que poco a poco rebrota de lo más profundo de la tierra. Y por eso los homenajeamos, para gritar con orgullo, a pleno pulmón, que los anarquistas estamos aquí, que no nos rendimos, que la lucha de nuestros compañeros y compañeros muertos es ahora nuestra lucha, es ahora nuestro caballo libertario el que galopa, que lo que con la cal y la tierra quisieron hacer callar, es un viento que arrastra la voz de los fusilados, es un viento imparable que hará caer todo gobierno y toda religión.

La jornada comenzaba pasadas las once de la mañana en la plaza de las Canteras del zaragozano barrio de Torrero, de allí partió en manifestación hasta el cementerio de Torrero. La explanada del crematorio servía de encuentro de militantes y simpatizantes de la CNT y de familiares de las personas asesinadas por defender la causa de la libertad. “Nunca será posible fijar el listado completo de las personas libertarias asesinadas” explicó Raul Mateo en la primera intervención, “por su extracción popular, por su pertenencia a las capas más marginadas de la sociedad,  con las debidas excepciones, por su afán a no tener privilegio alguno… con demasiada frecuencia no encuentran quien se ocupe de ellas”.

Tras la lectura de dos poesías tomaron la palabra Alejandro Pascual y  Martín Arnal,  testimonios vivos de todo lo ocurrido antes, durante y posteriormente al golpe de estado fascista e igualmente con familiares asesinados en aquellos años. Sus relatos, que emocionaron a todas las personas presentes,  han precedido a la colocación de flores en el espacio del cementerio denominado Memorial, espiral de hitos metálicos levantada en el 2.010 en recuerdo a los más de 3500 hombres, mujeres, niñas y niños fusilados entre 1.936 y 1.946. Desde la CNT Aragón-Rioja hemos logrado encontrar, e identificar con lazos rojinegros, un numeroso grupo de más de 500 compañeras y compañeros que yacen en las fosas comunes del cementerio de Torrero y que hemos podido encontrar tras un laborioso trabajo de años de investigación y documentación, consultando archivos, prensa, libros, webs y testimonios”. Así mismo, hemos colocado fotos y breves biografías de los compañeros y compañeras de los que nos ha sido posible encontrar más datos.  Las mujeres han recibido un recuerdo especial, “tanto como víctimas directas de la represión, como familiares, amigas o parejas de otras víctimas; “casi siempre quedan en el olvido y hoy desde aquí también las homenajeamos a todas ellas”.

Posteriormente, las personas asistentes se han dirigido al paredón de fusilamiento y allí se ha explicado el procedimiento que seguían “los asesinos a sueldo y falangistas a la hora de ejecutar a militantes antifascistas”.

La asociación de vecinos Venecia Montes de Torrero también ha aportado su granito de arena al homenaje y, a pie de tumba (un árbol troncado entre un mar de cruces) y en presencia de sus familiares, ha dedicado unas palabras a Julio Laviñeta Benito, militante de la CNT de 18 años asesinado por la Guardia de Asalto la noche del 4 de mayo de 1934, días antes de la finalización de la huelga general que tuvo lugar en la capital aragonesa durante ese año; joven del barrio que, junto con otros, se había comprometido en la lucha por una sociedad  justa e igualitaria.

Para finalizar el homenaje, la comitiva se dirigió y a las fosas comunes situadas dentro del cementerio en las cuales se encuentran los compañeros y compañeras asesinados así como el resto de antifascistas.  El Coro Libertario de Torrero ha acompañado todo el recorrido entonando, puño en alto, «Hijo de Pueblo», «A las barricadas» y «Arroja la bomba».

Hubo poesía, canto e historias. Pero sobre todo hubo recuerdo, orgullo y dignidad, en fin, hubo anarquismo y hubo libertad. Las decenas de compañeros y compañeras que acudimos, recorrimos cada monolito del cementerio de torrero, que fue adornado por una cinta rojinegra allí donde había un/a anarquista y depositamos en el centro un ramo de flores para honrar la memoria de los identificados/as y de los miles de revolucionarios que murieron y que aunque en muchos casos sus nombres desaparecieron, queda su lucha como un trabajo colectivo de libertad y esperanza que será recordado para siempre.

En fin, el ambiente fue de respeto y rabia contenida, de recuerdo y de emoción, ondearon banderas cenetistas y las palabras de muchos compañeros, lanzadas al aire de una mañana de cielo raso primaveral y azul como el mar, fueron como flechas contra todos aquellos que truncaron las vidas de nuestros compañeros y también contra todos aquellos que hoy día siguen oscureciendo el mundo.

Por la tarde tuvo lugar una charla impartida por Graham Kelsey y Alejandro Diez Torre. El primero desgranó, con meticulosa perfección, los nombres y actividades de cada uno de los compañeros y compañeras que formaron la federación local de Zaragoza en los años veinte y treinta y de la actividad de esta. Y el segundo ponente acercó las similitudes de las políticas de Joaquín Costa y la política del Consejo de Aragón. Después se suscitó un debate y se intercambiaron opiniones sobre multitud de temas libertarios de hoy y de ayer.

La lucha sigue, nuestras vidas son para la revolución y no temblara nuestra voz ni nuestro puño a la hora de asestar golpes contra los gobiernos, las jerarquías y los déspotas, ya que las obras de más hondo hacer revolucionario quedan todavía por llegar, y apoyados en el pasado, miramos al futuro con orgullo y sin temor. Por eso decimos a nuestros compañeros y compañeras que vivieron y murieron por la libertad, que nosotros estamos aquí para continuar en la lucha y que no nos olvidamos de ellos y ellas.

¡HASTA SIEMPRE COMPAÑEROS! ¡SALUD Y ANARQUIA!

Desde CNT Aragón-Rioja agradecemos la colaboración de la A.VV. Venecia-Montes de Torrero, al Coro Libertario de Torrero y a la A.VV. Arrebato su colaboración.