Reproducimos un escrito anónimo que llegó ayer a nuestro sindicato:
Una «mani» distinta
Ayer nos manifestamos de nuevo, esto es algo cada vez más habitual pero esta vez todo fue distinto. La verdad éramos muy poc@s, pero aún así decidimos salir, también podríamos no haberlo hecho. Comenzamos a bajar hacia lo profundo de uno de los barrios más castigados por la crisis en nuestra ciudad y conforme avanzábamos empecé a fijarme en las miradas de la gente, cuanto más lo hacía mayor era la certeza que invadía mi persona sobre que lo que estábamos haciendo servía para algo. Otras veces, a pesar de haber sido much@s, me he ido a casa sin saber muy bien que habíamos hecho. No vi miradas de desprecio o de hostilidad hacia nosotros y nosotras, las caras que nos miraban lo hacían llenas de comprensión y muchas con un cierto aire de culpa por no atreverse a hacer lo mismo. Se asomaban vecinos y vecinas a las ventanas y yo, aunque muchos compañer@ no lo entienden, suelo manifestarme apartado del grupo para poder observar bien lo que sucede, pude ver como desde esas ventanas se nos apoyaba y se llegó en varias ocasiones a insultar a la policía que abría la marcha. También pude en esos momentos fijarme en los rostros de los agentes, habitualmente son chulescos o indiferentes, pero ayer en esas caras se veía miedo, porque al margen de nosotros y nosotras, muchísima gente desde las aceras les miraba mal y sé que sintieron en esos momento que si se le ocurría por un instante reprimirnos la rabia contenida de la población iba a caer sobre ellos desde todas las esquinas, ventanas y portales del barrio… No fuimos muchas, es cierto, pero fueron much@s en ese barrio lo que ayer empezaron a abrir los ojos. Hacía mucho que no nos veían y ayer nos vieron.
Me gustaría aprovechar estas líneas para reflexionar sobre lo que ayer hicimos mal sin darnos cuenta, fuimos barrio abajo y pienso que la próxima vez deberíamos ir hacia arriba, concentrarnos donde están los de nuestra clase toda la tarde y marchar hacia arriba, siempre hacia arriba…. También pienso que cuando hay una movilización, las proclamas que se lanzan tienen que estar meditadas antes de comenzar, pues no es lo mismo dirigirse a las autoridades que a personas que están sufriendo, una idea no es buena porque sea buena, también hay que saberla explicar. De todos los modos ayer ganamos porque las victorias no tienen siempre que ser grandiosas.