El pasado 28 de febrero el emprendedor Manuel Turon se las prometía muy ufano frente al piquete de CNT. Decía que «iba a ganar el juicio de calle» y se pavoneaba una vez más tras el cordón policial. Lo mismo que ocurrió en el piquete del 31 de diciembre en el que él y sus cuatro amigos y amigas con gran ¿alegría? brindaban con cava.
No era la misma alegría la que compartíamos con las vecinas y vecinos de el barrio de Las Fuentes con los que hablábamos y que nos animaban a seguir luchando y denunciando a los emprendedores que no tienen reparos en dejar tiradas a trabajadoras como nuestra compañera. De todas las concentraciones en la puerta de otro de sus chiringuitos sacamos la misma impresión: es necesaria una alternativa sindical como la de CNT, que no se rinda, que defienda nuestros derechos y que practique la solidaridad. Eso es lo que nos decía el vecindario de Las Fuentes y eso es lo que ha sucedido. El vecindario ha dado la espalda al empresario y, según nos cuentan, el negocio que regentaba en ese barrio ha dejado de serlo por falta de clientela.
Llegó el día del juicio laboral y, como era de imaginar, al ufano Manuel ni se le vio en las cercanías de los juzgados. Debía de pensar que la chulería y la mentira iba a amilanar a los trabajadores y trabajadoras que han decidido llevar la defensa de sus derechos hasta el final y demostrar una vez más que el Anarcosindicalismo es una herramienta válida para la defensa de la clase trabajadora.
La resolución del juicio contra este personaje, verdugo al servicio del capitalismo y a su vez víctima de él, ha sido favorable para nuestra amiga y compañera. En la sentencia se reconocen las reivindicaciones del Sindicato y la trabajadora.
Ahora nos queda saber hasta que punto el sistema va a ser benévolo con este estafador y si nuestra compañera va a poder cobrar todo lo que se le debe o si además de sufrir 7 meses luchando y sin cobrar ni un duro nuestra compañera termine cobrando menos y además entre todos y todas acabemos poniendo de nuestros sueldos e impuestos una parte de todo el dinero que se le debe.
Así son las cosas hasta que no las cambiemos. Solamente organizándonos y luchando acabaremos con la injusticia.