El pasado día 30 de julio de 2010 el Sindicato de Oficios Varios de la Confederación Nacional de Trabajo de Huesca, tramitó en el Registro del Ayuntamiento un escrito en el que solicitábamos una reunión con el nuevo Alcalde de Huesca, con motivo de la inquietud suscitada en nuestra organización y en la ciudadanía, ante las próximas intervenciones urbanísticas en el Cerro y Cementerio de Las Mártires, así como en su entorno, dentro de la aplicación del Plan General de Ordenación Urbana para ese área y del Plán Urbán-Huesca.
Debido a la existencia constatada de enterramientos procedentes de ejecuciones sumarias en el período de la Guerra Civil 1936-1937 en la zona en que se va a intervenir urbanisticamente, solicitamos reunirnos con esta Administración Pública competente para que en virtud de la aplicación de la La Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, más conocida como Ley de la Memoria Histórica, que recoge diversos preceptos (artículos 11 a 14) que, atendiendo una muy legítima demanda ciudadana, prevén medidas e instrumentos para que las Administraciones públicas faciliten, a los interesados que lo soliciten, las tareas de localización, y, en su caso, identificación de los desaparecidos, como una última prueba de respeto hacia ellos, citando especificamente a los enterrados en fosas comunes en su declaración de motivos.
En el día de hoy 10 de diciembre de 2010 ha tenido lugar la reunión solicitada el pasado día 30 de julio, en la que el Alcalde de Huesca, Luis Felipe Serrate y el concejal de urbanismo Domingo Malo, han recibido a una delegación de la CNT de Huesca compuesta por los miembros de su Comité Local, Ramón Sainz, Carlos Montero y Raúl Mateo junto con dos familiares de históricos militantes de la CNT fusilados y enterrados en el cementerio de la Mártires, Martín Arnal Mur de Angüés que tiene dos hermanos fusilados y Floreal Samitier expresamente venido desde Toulouse (Francia) y al que fusilaron a su abuela y a un hermano y una hermana de su padre, uno de ellos enterrado en Las Mártires.
La reunión se ha prolongado por espacio de casi una hora y media; en ella, ambas partes hemos expuesto nuestros puntos de vista y hemos coincidido sobre lo delicado que supone cualquier intervención en un entorno cuyo abandono y desmemoria de lo que allí acontenció se arrastra desde hace muchas décadas. Hemos sido informados extensamente de las recientes actuaciones sobre los restos que se conservan in situ, a los que se está identificando fotograficamente y con levantamiento preciso de coordenadas topográficas. Así mismo hemos sido invitados a participar en el equipo de trabajo municipal aportando nuestras propuestas concretas para que se integren en el futuro proyecto de parque y entorno monumental y paisajístico de las Mártires y que bajo nuestro punto de vista han de contemplar la recuperación de la memoria histórica y la dignidad de las personas allí enterradas, mediante placas con el nombre de los fusilados, esculturas alegóricas y cuantos elementos decorativos y arquitectónicos recuerden a las generaciones futuras lo que allí aconteció.
Así mismo aportaremos al comité científico cuantos datos precisos, listas y correcciones tenemos contrastados sobre el conjunto de los más de 500 fusilados-desaparecidos habidos en la ciudad de Huesca desde julio de 1936 a enero de 1945.
Por último hemos solicitado también la realización de las actividades de localización y eventual identificación de los cuerpos de dos militantes de la CNT enterrados en el cementerio de Las Mártires y cuyos familiares han estado presentes en la reunión mantenida con el Alcalde; se trata de los cuerpos del albañil, Pedro Samitier Uruén, natural de Riglos, vecino de Huesca y fusilado con 28 años el 5-9-1936 y del jornalero de Angüés, Román Arnal Mur, fusilado el 4-1-1937 con 24 años.