Durante los últimos meses vienen produciéndose en la ciudad de Zaragoza una serie de hechos, a juicio de la CNT bastante graves, que atentan contra la libertad de los ciudadanos y de los trabajadores en todos los sentidos.
Los hechos arriba aludidos son los siguientes:
– La tan constante como improcedente identificación de militantes del Sindicato en actos públicos de carácter reivindicativo que ni siquiera incumplen la ley de quien nos gobierna (concentraciones frente a los Mercadonas de Avenida de Valencia, Los Enlaces o Avenida de Navarra, frente al restaurante La Cochifrita, frente al bar La leyenda de Bafomet, o en definitiva en cualquier acto de protesta por la inadmisible explotación que en las citadas empresas se produce contra sus trabajadores).
– La represión brutal contra las movilizaciones de los trabajadores, siendo claro ejemplo de esto una multa de 1000 euros que tiene la Plataforma por los derechos del Mercado (es decir, los trabajadores del antiguo Mercado de la Romareda), por el sólo hecho de concentrarse, sin ocasionar daño material o personal alguno, reivindicando la vuelta del Mercado a la Romareda.
– La persecución policial contra compañeros más allá de las identificaciones, con fines claramente intimidatorios, como es el caso de la acusación de la que es víctima un militante del Sindicato por tenencia ilícita de armas (cuando la realidad de los hechos es que el mencionado compañero llevaba consigo un simple palo de fregona para darle el debido uso), o el de otro compañero que ha sido acusado de realizar unas pintadas sin haber pruebas incriminatorias contra él, siendo condenado a pagar una cuantiosísima cantidad de dinero (cifrada en miles de euros). Aparte de esto, recordamos también que hay una compañera que se enfrenta a una multa de 1500 euros únicamente por haber participado en la marcha contra la Macrocárcel de Zuera.
– El intolerable atropello contra la libertad de expresión que casi logró consumar el Delegado del Gobierno cuando, a principios del mes de noviembre de 2006, durante la primera manifestación contra la OTAN en Zaragoza, dio orden a un contingente de la policía nacional de que frenase al bloque de la CNT de dicha manifestación y nos incautasen (o mejor dicho, robasen) la pancarta que exhibíamos, por el sólo hecho de que ésta rezaba: “Ejércitos Asesinos: ¡Disolución!”, es decir, por el sólo hecho de constatar la innegable realidad de que cualquier Ejército, sea del color que sea, es una organización engendrada para matar a nuestros semejantes. Quizá le pesó demasiado al Delegado su execrable pasado militar, pues tiempo después, durante el pregón de las últimas Fiestas del Pilar, también envió a sus perros de presa favoritos, la policía nacional, contra quienes desplegaron, pacífica y civilizadamente, una pancarta contraria a la instalación de la base de la OTAN en Zaragoza, acabando la lamentable actuación policial con varios heridos de considerable gravedad.
– Finalmente, la inadmisible determinación que tomó este señor el día 17 de noviembre de colocar al barrio de Torrero en un auténtico estado de sitio, con miles de agentes de la policía nacional armados hasta los dientes para vigilar la manifestación antifascista que aquel día se había convocado (de nuevo de manera legal) en protesta y repulsa por el asesinato del joven antifascista madrileño Carlos Javier Palomino, mientras se permitía que los fascistas campasen libremente por el barrio, e incluso que una pequeña delegación de éstos entrase en el cementerio de la ciudad para realizar el tradicional y repulsivo acto que suelen llevar a cabo cada año en recuerdo de unos neonazis muertos hace unos años. A este respecto, es importante señalar que el acto que habíamos solicitado los antifascistas zaragozanos, y que el Delegado del Gobierno había aceptado inicialmente, incluía una lectura de comunicados dentro del cementerio, de modo tal que se impidiese la celebración fascista. No obstante, Javier Fernández, que así se llama este individuo, se retractó posteriormente alegando que el cementerio es un lugar público de culto y que como tal ha de estar disponible las 24 horas del día. Si aceptamos este argumento como válido ¿Qué explicación podría encontrarse para que durante los últimos años los neonazis no hayan tenido ninguna traba para realizar allí, en el cementerio, sus actos? ¿Qué explicación hay ante el hecho de que este año de nuevo se permitió a una pequeña comitiva fascista entrar en el cementerio?
Ante los graves acontecimientos enumerados hasta ahora, que desenmascaran al Delegado como un déspota que en absoluto comprende qué significa la palabra libertad, que es miembro de un partido que dice ser Socialista y Obrero y sin embargo no duda en reprimir las movilizaciones de la Clase Trabajadora zaragozana, que no permite las manifestaciones públicas que no sean de su agrado, y que prefiere actuar en connivencia con los fascistas antes que con quienes los combatimos, desde la CNT nos sumamos a la iniciativa de la Asociación de Vecinos Montes de Torrero-Venecia, que exige la inmediata dimisión de este represor nato.
Somos plenamente conscientes de que no existirá justicia alguna mientras la propia institución de la Delegación del Gobierno siga existiendo, por su naturaleza autoritaria, pero consideramos que a un caso de tiranía exacerbada, que no conoce límite, como es el ejemplo del actual Delegado ha de ponérsele fin lo más prontamente posible.
¡FUERA EL DELEGADO DEL GOBIERNO!
¡JAVIER FERNÁNDEZ DIMISIÓN YA!
En Zaragoza, a 13 de diciembre de 2007,
el Sindicato Único de Oficios Varios de la CNT-AIT