El pasado 2 de junio de 2007 tuvo lugar en la localidad alemana de Rostock una multitudinaria y plural manifestación, enmarcada dentro de las protestas contra la cumbre del denominado G8. Unas 80.000 personas, llegadas de diferentes lugares del planeta y con ideologías bien diversas, expusieron su rechazo a la gestión política que están llevando a cabo los dueños del mundo.
Durante el transcurso de la manifestación no hubo incidentes graves a excepción de la provocadora presencia policial, el mayor despliegue de la historia en Alemania con 16.000 agentes. La protesta finalizó con enfrentamientos entre los/as manifestantes y la policía, tras los cuales fueron detenidas cerca de 500 personas.De todos/as ellos/as, 4 (según fuentes periodisticas) fueron juzgados/as y condenados/as cinco días después mediante unos “juicios rápidos”, diseñados para la ocasión, que han sido muy cuestionados por organizaciones y medios oficiales e independientes debido a la nula capacidad de defensa que ofrecían.
Entre los condenados hay dos jóvenes de Zaragoza (estado español), cuyas penas ascienden a 9 meses a Andrés, por desórdenes públicos, y a 10 meses a Raúl, por lesiones graves a un policía. En ambos casos la pena es de prisión incondicional, a cumplir en centros penitenciarios del estado alemán, y la única prueba sobre la que se sustentan estas desproporcionadas penas, es la declaración de un policía que cree haberlos visto en los disturbios.
Queremos denunciar que:
1. La prueba con la que se acusa a nuestros compañeros nos parecen más que insuficiente, especialmente en una manifestación que fue grabada metro a metro por cientos de videocámaras policiales (además de las que incluye de por sí el mobiliario urbano). ¿Por qué no presentan un vídeo si están tan seguros como para condenar a estas personas a la cárcel?
2. No podemos confiar a nivel judicial de la declaración de un policía que agredía a los manifestantes de manera tan indiscriminada durante las cargas policiales
3. Los detenidos sufrieron tratos humillantes tanto durante las 32 horas posteriores a la manifestación en el centro de detención, como en los 3 de prisión (anteriores al juicio) en la cárcel alemana de JVA Waldek, donde estuvieron incomunicados, sin ni siquiera poder llamar a sus familias
Por todo lo dicho pedimos vuestro apoyo y solidaridad tanto con Raúl y Andrés como con el resto de encausados por los actos de protesta contra el G8, por los que exigimos a las autoridades competentes su absolución.