Erase una vez , una casta de parasitos y esquilmadores de pueblos , elegidos por Dios y la Patria, para gobernar en nombre de la herencia divina. Bendecidos por los obispos, aclamados por la ignorancia y protegidos por lo que Maquiavelo llamó, “razon de estado” . Excusa perfecta para asesinar, torturar, encarcelar, procesar,masacrar, robar,amparar a los explotadores y tambien secuestrar publicaciones.
¡Que gentuza los Borbones!, mientras el príncipe sarnoso descansa en apacible sueño,en un dormitorio de casi ciento veinte metros cuadrados, el pueblo, apenas dispone de eso que llaman “pisos”, habitáculos hacinados y mal distribuidos , en forma de colmenas de apenas setenta metros.
Atado y bien atado, con la complicidad de una clase política ,que solo aspira (porque es esa su función), a ocupar sillones,enriquecerse, cobrar grandes sueldos y compadrear si se tercia, en alguna boda real. Y mientras tanto a mantener a las clases asalariadas entretenidas con la television y el futbol.Que no hable nadie, que no proteste nadie. ¿Porque sostener a tantos canallas, que en nombre de la sacrosanta herencia viven a costa de nuestra miseria?.
El propósito de este escrito no es ofender a la estirpe canallesca de los Borbones. Ante todo, el afan es el de clarificar la cuestion de la monarquía, llamar a la cosas por su nombre. Al parásito, parásito, y al bribón , bribón. ¿Sangre azul? , probemos a ver de que color tienen la sangre estos cerdos. ¿En nombre de que razón mantienen privilegios?, ¿en nombre de que razón el sostenimiento de la familia real de un solo día, supera y con creces, el sueldo de un año de un obrero?. Malos tiempos para la justicia social cuando apenas llega para pagar ese robo-feudal, llamado hipoteca. Tiempos donde decir lo obvio es casi un crimen, como decía un poeta alemán en los días oscuros del pintor de brocha gorda. No, la verdad es que,estos días no son nada luminosos. El olor a cienaga que sale de los palacios de injusticia es cada día más insoportable.