Los vendedores ambulantes ubicados de forma forzosa en el entorno del pabellón Príncipe Felipe, ante las declaraciones públicas realizadas por el alcalde de Zaragoza en las que pone en duda la vuelta a la Romareda, lugar donde los vendedores llevamos realizando nuestra actividad más de veintidós años, queremos recordar a los ciudadanos que cuando el mercado inició sus actividades la especulación urbanística en la Romareda no era tan salvaje como en la actualidad.
En enero de 2006, Belloch firmó con los vendedores un acuerdo en el que se concreta que el mercado volvería a su antigua ubicación cuando terminen las obras de Eduardo Ibarra (Romareda); este acuerdo fue ratificado en pleno municipal.
La plataforma por los derechos del mercado llevamos mas de un año solicitando por activa y por pasiva reunirnos con el alcalde, queremos que nos aclare el futuro, y sin ambigüedades cumpla con lo firmado.
Señor alcalde, llevamos un año de movilizaciones, ¿que tiene que hacer nuestro colectivo para que un “demócrata“ como usted nos escuche?, ¿o acaso somos ciudadanos de tercera? Nuestra situación es igual o peor que la de los trabajadores de Mildred, Ercros o Alumalsa.
Señor Belloch, o le falta sensibilidad social o detrás de esta situación está el ladrillo; a más de mil quinientas familias usted les niega el pan y la sal.
Los vendedores más que nadie somos víctimas del ladrillo, nuestros problemas tienen que ser entendidos por todos. La solidaridad entre vendedores y ciudadanos tiene que ser mutua.
La búsqueda de una falsa modernidad lleva a nuestros gobernantes municipales a despreciar una actividad que permite la vida de muchas familias y favorece las economías de muchos zaragozanos.
Por un mercado popular y digno al servicio de los ciudadanos.
Asociación-Plataforma por los derechos del mercado de Zaragoza.