La Ley Orgánica de Universidades (LOU) establece en su artículo 72.2 un criterio obligatorio para garantizar la calidad de la actividad docente e investigadora del profesorado en las universidades privadas españolas. El artículo dice «al menos el 25% del total de su profesorado (el de las universidades privadas) deberá estar en posesión del título de Doctor y haber obtenido la evaluación positiva de su actividad docente e investigadora por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) o del órgano de evaluación externa que la Ley de la Comunidad Autónoma determine«.
En Aragón, la Ley de Ordenación del Sistema Universitario de Aragón (LOSUA) desarrolla las competencias autonómicas en materia de educación superior. La LOSUA establece en su articulado la creación de la Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón (ACPUA), entre cuyos fines se encuentra «la evaluación del profesorado de las universidades privadas prevista en el artículo 72 de la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades» (artículo 85.n LOSUA).
En el segundo año de funcionamiento de la Universidad San Jorge (USJ), ninguna agencia evaluadora, ni la ANECA ni la ACPUA, ha emitido una evaluación positiva de la actividad docente e investigadora de la entidad privada. Esto es difícilmente posible, pues durante el pasado curso 2005/2006 únicamente un profesor de los 19 que componían la plantilla docente de la USJ tenía la acreditación de la ANECA (lo que representa un 5.26% del total del profesorado, frente al 25% que establece la LOU), según reconoce la consejera aragonesa de Educación Ángela Abós en respuesta parlamentaria en las Cortes de Aragón a una pregunta formulada por Chunta Aragonesista (CHA) (pregunta parlamentaria 1630/06, publicada en el Boletín Oficial de las Cortes de Aragón (BOCA) núm. 246, de 11/08/2006, con respuesta publicada en el BOCA núm. 254, de 03/10/2006).
En otra pregunta parlamentaria de CHA relativa al curso actual 2006/2007, la consejera indica que «seis profesores de la Universidad privada solicitaron su evaluación a la ANECA y habrá que esperar, por tanto, a los resultados de la misma» (pregunta parlamentaria 1631/06, publicada en el BOCA núm. 246, de 11/08/2006, con respuesta publicada en el BOCA núm. 254, de 03/10/2006). Aún en el poco probable caso de que la espera a la que se refiere la consejera pueda ser legal, y en el aún menos probable caso de que los seis profesores obtuvieran la evaluación positiva de la ANECA, se podría continuar sin alcanzar el porcentaje del 25% que establece actualmente la LOU, habida cuenta del importante aumento de plantilla que se ha producido con la introducción del segundo curso en las tres carreras que se imparten actualmente en la USJ en sus centros de Zaragoza (Centro de Formación Empresarial de la CAI) y Huesca (Walqa), según ha podido saber Huesca-Info.
Estas irregularidades habían motivado incialmente otra pregunta parlamentaria, proveniente de Izquierda Unida. Este grupo político preguntaba en el parlamento aragonés en junio pasado «¿De qué forma ha asegurado el Gobierno de Aragón que la actividad docente e investigadora del profesorado de la Universidad privada «San Jorge», tal y como establece el artículo 72.2 de la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, ha sido evaluada de forma positiva?«. La respuesta de la consejera indicaba que «se comprobó que esa Universidad reunía los requisitos legalmente establecidos«. Esta afirmación traspasa la línea de la veracidad, a tenor de la información que suministró la propia consejera posteriormente: el hecho de que un único profesor del total de 19 tenía la acreditación de la ANECA, y que la ACPUA no ha comenzado su actividad evaluadora (pregunta parlamentaria 1520/06, publicada en el BOCA núm. 238, de 28/06/2006, con respuesta publicada en el BOCA núm. 245, de 07/08/2006).
En sus respuestas parlamentarias, la consejera Abós asegura que durante el presente curso se le requerirá a la USJ la presentación de su relación de profesorado, cuya idoneidad será evaluada por la ACPUA. Pero el hecho es que hasta el momento, en el segundo año de existenda de la USJ, no existe evaluación positiva alguna que acredite la calidad de la actividad docente e investigadora del profesorado. Y, según la información de que dispone Huesca-Info, no parece probable que se pueda acreditar honradamente al 25% del profesorado de la USJ, dado el bajo nivel curricular de la plantilla docente de la USJ. Además, se encuentra en trámite parlamentario un proyecto de ley orgánica por el que se modifica la LOU y que aumenta el porcentaje de profesores acreditados desde el 25% actual hasta el 50%.
El incumplimiento de la LOU por parte de la USJ podría entenderse como un fraude consentido por la adiminstración autonómica. Un fraude al propio alumnado de la USJ, que paga religiosamente más de 6.000 euros de matrícula anual, y un fraude también al conjunto de la sociedad aragonesa, cuyos gobernantes auspician, protegen y dan trato de favor a una universidad privada vinculada con la Iglesia Católica que no reúne los requisitos legales necesarios.
Hasta hace poco tiempo, la USJ tenía en su página web un breve currículum de cada profesor, pero actualmente este apartado se encuentra «Temporalmente fuera de servicio – disculpen las molestias«, según se puede comprobar en la dirección http://www.usj.es/sitio/profesores.php .
Con estas irregularidades,la USJ ahorra presumiblemente bastante dinero al contratar profesores jóvenes sin apenas experiencia docente ni investigadora. De hecho,la política laboral de la USJ, según fuentes bien informadas, se encuentra fuertemente orientada a la minimización de costes. Por ejemplo, durante el curso pasado algunos profesores trabajaron con contratos de «fin de obra». El fin de obra lo marcó el final del curso académico, de manera que los profesores pasaron parte del verano sin cobrar de la USJ hasta que fueron nuevamente contratados a la vuelta de las vacaciones. Los ajustados sueldos del profesorado, en relación con los horarios de trabajo y las cargas docentes e investigadoras, han hecho desistir a varios profesores que han abandonado la USJ. La política laboral de la USJ originó durante el curso pasado algunas protestas entre el cuerpo docente, que fueron convenientemente reprimidas.